Por Omar Farías Luces
Para los que piensan que emprender es cosa de jóvenes, una de las tendencias que más están dando de qué hablar, precisamente por su asertividad y excelentes resultados, es el surgimiento de los emprendedores con más de 40 años de edad, mejor conocidos como Emprendedores 40+.
Aunque mi experiencia personal dista mucho de esa realidad porque comencé a emprender desde muy joven, observo mi entorno y veo cómo profesionales de diversas disciplinas llegan a esta etapa de sus vidas con muchos proyectos y la inquietud de compartir sus conocimientos a través de un desempeño autónomo que, por sus mismas características, compite en buena lid con las iniciativas de los millenials o la misma Generación Z.
Quizás no sean los llamados a romper esquemas y destacarse por su innovación o creatividad, como suele suceder en generaciones más recientes, pero les acompaña sólidas motivaciones personales, muy buen olfato para asociarse y una actitud de resiliencia comprobada que les proporciona una combinación adecuada de prudencia, decisión y confianza en los resultados.
Si los analizamos someramente, tenemos que los Emprendedores 40+ capitalizan conocimientos y experiencias muy valiosos para valorar mejor los riesgos y manejar los fracasos como no lo llegan a lograr la mayoría de los emprendedores emergentes.
Claro, esto es solo una estimación personal. Pero ¿Qué dicen los expertos en la materia?
Según artículo publicado en Harvard Business Review, las personas mayores de 40 años tienen el doble de éxito que los jóvenes al momento de emprender gracias a su desarrollo profesional.
Las motivaciones para intentar esta travesía en edad madura pueden ser muchas:
Necesidad de obtener recursos
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- – Deseo de independizarte
- – Confianza en su talento como medio de subsistencia y progreso
- – Aprovechar oportunidades del mercado
- – Posibilidades de éxito en la economía digital
Los especialistas aseguran que su trayectoria como seres humanos, como ciudadanos y como profesionales, los dota de un marco referencial sumamente útil para identificar oportunidades, aplicar correctivos, estimar los riesgos y adaptarse a los cambios.
Visto así, ese caudal de vivencias acumuladas en años no se extingue, sino que se potencia para gestionar la incertidumbre y no desesperarse frente a las situaciones adversas.
Además, en este grupo, el miedo al fracaso es más controlado. Suelen tener menos compromisos y presiones sociales, hay menos preocupaciones y más estabilidad para aventurarse.
No olvidemos que las cifras oficiales son muy crudas en ese sentido. Mientras gran parte de los emprendimientos que surgen están condenados a desaparecer tempranamente por diversas causas, los intentos de los veteranos lucen más sólidos y con más oxígeno, toda vez que sus actores cuentan con recursos y contactos que los apalancan y auxilian si fuera el caso.
Pero no todo es color de rosa. En un mundo cambiante los Emprendedores 40+ deben desaprender y asimilar nuevos conocimientos sobre negocios, finanzas, marketing y gestión de talento. Muchos de sus conocimientos están obsoletos por los cambios tecnológicos.
Aunque esta situación los pone de momento en desventaja frente a un nativo digital, la cantidad de cursos gratuitos, webinar y MOOC los ayuda a actualizarse fácilmente y ser sumamente competitivos, con rapidez y eficiencia.
Su incursión en el nuevo escenario económico se facilita con el uso e interacción en las redes sociales, bien sea para capacitarse o crear conexiones que impulsen sus proyectos.
Estas conexiones los acercan a públicos afines para intercambiar impresiones y avanzar juntos como freelancer en áreas que dominan plenamente.
Si deseas iniciar una actividad económica por cuenta propia, ten presente que la edad no es un impedimento para destacarte, mucho menos si sabes conformar un equipo preparado, comprometido y diverso que te apoye y cierre filas contigo en el camino hacia el éxito.
Si este tema te interesa, espero en los comentarios tu opinión o testimonio de esa experiencia que te enriquece y que puede ayudar a tantos otros.